Hace algunas semanas, en plena época de encuentros de fin de año y fiestas, compartimos algunas recomendaciones para mejorar los hábitos de alimentación en tiempos de celebración.
Cuando cerramos un año y abrimos otro, hacemos balance y pensamos en qué hicimos bien y qué queremos mejorar. En relación a la alimentación, es muy importante elegir hábitos saludables comprometidos con el cuidado del cuerpo y de la salud, priorizando el descanso, los momentos al aire libre (son pantallas) y el disfrute.
¿Por qué tener cuidado con la alimentación durante el verano?
Durante el verano, el cuerpo tiene otras exigencias y, para las cuales, debemos prepararnos. Por ejemplo, a nuestro organismo le cuesta mucho más regular la temperatura interna cuando hace mucho calor afuera.
Si el cuerpo no logra regular la temperatura de forma adecuada podríamos sufrir deshidratación, estrés o agotamiento, golpes de calor, subida o baja de presión, etc.
Por esto, desde lo que comemos y tomamos en un día de mucho calor, podemos ayudar a nuestro cuerpo a que regule mejor su funcionamiento y temperatura.
Mantener un balance de nutrientes es indispensable.
Si nos deshidratamos con el calor, no solo perdemos agua. Con este proceso también se no va parte del hierro, zinc, cromo, sodio y magnesio, entre los principales nutrientes. Para asegurar el balance hídrico e ingerir todas las proteínas y vitaminas necesarias, lo ideal es elegir frutas y verduras de todos los colores.
Aprovechá el verano y las frutas de estación para comer ensaladas de frutas o verduras, jugos o licuados naturales para refrescarte o incluso helados frutales. Por ejemplo de sandía, melón, ananá, kiwi, tomates, frutillas, naranjas, limones o pomelos.
¡Animate a jugar con los colores! Y siempre, adicioná, al menos, 2 litros de agua por día.
Algunas otras recomendaciones nutricionales para disfrutar el verano
→ Disminuir alimentos industrializados y/o ricos en grasas saturadas
→Sumar alimentos saludables y frescos como frutas de estación, frutos secos y cereales, quesos y carnes magras, pescados, etc.
→ Evita los excesos de jugos azucarados, las gaseosas y las bebidas alcohólicas.
→ Priorizar tomar agua o infusiones sin agregar azúcar.
→ Cenar liviano para mejorar el descanso.
Esta información no reemplaza la consulta médica. Ante cualquier duda consultar al médico especialista.
Fuentes:
Mejor con Salud, ¿Cómo alimentarnos de manera saludable en verano?
Ministerio de Salud de la Nación, Alimentación segura