Toma de decisiones compartida: de qué se trata este nuevo enfoque en la atención de pacientes

Una de las tendencias en la atención a los pacientes que tomó fuerza durante los últimos años es la mayor participación del paciente en la toma de decisiones referentes a su situación clínica. Por supuesto que este nuevo enfoque supone cambios estructurales por parte de las administraciones sanitarias y un cambio de mentalidad en los profesionales de la salud, más acostumbrados a una relación médico-paciente de tipo más paternalista.

Es imprescindible que reflexionemos sobre cómo es la toma compartida de decisiones y qué procesos tener en cuenta como el empoderamiento, la autosuficiencia y la figura emergente del paciente experto.

Toma compartida de decisiones, mitos a derribar

El “boom” del concepto ha llevado a que se establezcan varios mitos que deberíamos desterrar.

Sólo hay un enfoque para las decisiones compartidas. Esto no es así, las características personales de médico y paciente hacen que los resultados puedan ser muy variables cuando reflexionamos sobre la toma de decisiones compartida.

Los médicos son los que pilotan el proceso de decisiones compartidas. Si fuese así se perpetuaría una relación asimétrica, que además puede desarrollarse fuera de la propia consulta. En este nuevo enfoque, es el paciente quien decide lo que desea compartir.

La mayoría de médicos acoge favorablemente este modelo. Ya sea por falta de tiempo o causas más profundas, lo cierto es que la asunción del modelo no es generalizada.

La mayoría de pacientes acoge favorablemente este modelo. Los pacientes mayores, con menor capacidad intelectual, no suelen ser favorables, aunque ello depende mucho del tipo de planteamiento del enfoque. Frente a la pregunta: “¿quién debe tomar las decisiones, usted o el médico?” conllevará casi siempre una respuesta: “el médico”. Pero si preguntamos: “cuando el médico tome alguna decisión acerca de su tratamiento, ¿le gustaría que tuviera en cuenta sus opiniones?”, probablemente adoptará una postura más activa y comprometida. 

¿Cómo podemos ayudar al paciente a participar en la toma de decisiones?

Aunque algunos pacientes tienen la capacidad suficiente para tomar sus propias decisiones, en otras ocasiones precisan de apoyo. El papel del “health coaching” fue descubierto y promovido desde hace varios años en países anglosajones. Proporciona a los pacientes herramientas para preparar una consulta, para distinguir entre varias opciones, echar claridad  y conseguir cambios. Ese papel puede ser desempeñado por médicos o enfermeras y desarrollado en presencia física del paciente o por teléfono, correo electrónico o internet. Su efectividad ha sido demostrada en distintos estudios.

Podríamos distinguir 4 fases en el proceso de la toma  compartida de decisiones:

-Establecer una relación de confianza.

-Intercambiar información.

-Deliberar acerca de las distintas opciones.

-Decidir una actuación y llevarla a cabo.

El paciente experto

El término “paciente experto”, al ser escuchado por un profesional sanitario, es razonable que inicialmente produzca rechazo. Se teme que el paciente tome una posición de exigencia ante su médico, que acuda a la consulta con la lección aprendida por haber revisado en internet toda la información acerca de su enfermedad, etc. Sin embargo, en realidad, la denominación es aceptada en todo el mundo como “aquel paciente que se sabe el principal responsable de su salud, decide cuidarse, y tiene las habilidades, la motivación y la confianza para hacerlo, siempre en colaboración con el profesional sanitario”.

Hasta ahora, el médico estaba acostumbrado a una relación en las consultas que se sustentaba en una diferencia de conocimientos y en la que el paciente no cuestionaba nada. Sin embargo, asistimos a una transición entre un paciente más pasivo a otro más activo.

Se produce un cambio del principio de beneficencia al principio de autonomía. La cuestión es: ¿está el médico preparado para esta nueva relación? Frente a la información sanitaria tradicional, la educación en el autocuidado -recomendada por la Organización Mundial de la Salud en el Nuevo Modelo de Cuidados Crónicos- hace al paciente capaz de tomar decisiones respecto a su salud, favoreciendo los cambios conductuales necesarios para la prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas.

Definimos autocuidado como la capacidad del individuo de manejarse en el día a día con las consecuencias físicas de vivir con su enfermedad crónica y de adherirse a un tratamiento médico. El apoyo al autocuidado son las acciones realizadas desde el profesional sanitario para promover el autocuidado del paciente, el aumento de su motivación y responsabilidad en el manejo de su enfermedad, como la entrevista motivacional.

Todos estos nuevos términos, que son cada vez más escuchados, nos permite reflexionar sobre los lugares que ocupamos como pacientes, el compromiso que tenemos con nuestro bienestar, el rol que cumple el profesional de la salud con el que nos encontramos, etc. Sigamos reflexionando sobre estos temas, queremos conocer tu opinión. ¡Participá del foro! 

Esta información no reemplaza la consulta médica

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