Llega un nuevo cierre de año, queremos agradecerles por acompañarnos e invitarlos a reflexionar sobre nuestros hábitos, para proponernos un mejor 2024.
Generalmente cerca de fin de año, aparecen los balances internos sobre lo que debe cambiar, mejorar, desaparecer, para dar lugar a incipientes proyectos y a nuevos desafíos. Por eso cada año que se va y cada uno que llega, tenemos más ímpetu en transmitir lo bueno que es cuidar nuestro cuerpo, ¡pero no sólo en el plano estético!
Sabemos lo importante que es contarles de esas pequeñas modificaciones que hacen a la calidad de vida.
Por eso, es muy importante elegir hábitos saludables comprometidos con el cuidado del cuerpo y de la salud, valorando la actividad física, las horas de descanso, la vida al aire libre y la disminución de las horas diarias pasadas frente a las pantallas.
Si a los hábitos saludables le agregamos el aumento de los conocimientos sobre comidas, alimentos, cantidades, calidades y combinaciones, estamos en camino de lograr un estado de salud alimentaria en familia.
El gran desafío es que el cambio se produzca desde adentro hacia afuera y que nos llegue muy profundamente… ¡que llegue para quedarse! y que no sea solo para cumplir, respondiendo a demandas externas como una fiesta, vacaciones o la consulta con el médico.
Modificar la manera de alimentarse tiene mucho que ver con este cambio, con la transformación de la conciencia.
De verdad que aprender a comer va más allá de hacer dieta. La comida es para nuestro cuerpo como una buena nafta al auto: elegimos la mejor que podamos, nos damos el tiempo para hacer fila cuando hay que cargar el tanque, estamos atentos a no quedarnos sin combustible, etc.
Y así como todos pensamos que un combustible de baja calidad romperá el motor del auto, igual le ocurre a nuestro cuerpo cuando ponemos combustible inadecuado, también nos rompemos por dentro. Pero a pesar de saberlo, son pocos los que se dan el tiempo para elegir la comida, prepararla o simplemente para comerla.
Pensá, ¿cuántas veces comiste apurado, dentro del auto manejando, mirando la computadora o trabajando? ¿Cuántas veces un vaso de jugo o gaseosa es un desayuno?
Comer bien es cuidarse, nutrirse, darse un lugar de privilegio, es elegir sentirse mejor, crecer mejor, prevenir enfermedades. ¡Alimentarse bien es valorar la vida!
El mundo hoy busca reducir aquellas cosas que nos hacen mal y que podemos evitar como la hipertensión arterial, el aumento de las grasas y el azúcar en la sangre, la retención de líquidos, el cansancio y el embotamiento cerebral, la falta de rendimiento y otras deficiencias.
Compartimos ideas, consejos y secretos para mejorar la relación con la comida, para optimizar los recursos que ya tenemos, pensar nuestra alimentación de una forma consciente, entretenida y fácil.
Nos gustaría que en este cierre de año, reflexionemos sobre cuánto hacemos (e hicimos este 2023) para cuidarnos por fuera y por dentro. Brindamos por la alegría y el compromiso de seguir andando juntos.
¡Felices Fiestas!
Esta nota fue realizada con el asesoramiento de la Dra. Nélida Ferradas, Médica Pediatra, Hebiatra, Nutrición y sus trastornos, Alimentación en familia. Esta información no reemplaza la consulta médica.