El 1 de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajador en conmemoración a aquellos sindicalistas asesinados en Estados Unidos en 1886 mientras protestaban por mejores condiciones laborales. Esta jornada busca reivindicar los derechos de cada persona a trabajar y los derechos que tiene cada trabajador.
Trayendo como punto de partida el tema de los derechos y los trabajadores, hoy queremos poner el foco en la inclusión a nivel laboral. Insertarse en un trabajo, muchas veces, resulta un hecho complejo para una persona con discapacidad.
Aunque es una realidad que en los últimos años ha mejorado considerablemente la situación gracias a leyes y programas especiales, hay muchos puntos que aún se deben revisar en materia de empleabilidad en general, y de inclusión laboral en particular. Veamos algunos hechos y datos concretos
Leyes de inclusión laboral en Argentina
En parte, el avance de los últimos años, se debe a la presencia de leyes que garantizan que personas con discapacidad puedan acceder a un trabajo remunerado y que también estimulan a las empresas y empleadores para que los contraten.
Por ejemplo el artículo 23 de la Ley 22.43, que trata el sistema de protección integral de los discapacitados, establece que a aquellos empleadores que le concedan trabajo a personas con discapacidad tendrán una reducción especial del impuesto a las ganancias que puede alcanzar hasta el 70%.
Esta normativa, también, establece un cupo laboral del 4% para las personas con discapacidad en los organismos públicos.
Las leyes de protección integral también juegan un papel importante porque promueven de manera considerable la promoción laboral. Esto se debe a que exigen que se les den oportunidades a personas con discapacidad a través de plataformas de búsquedas.
Por otro lado, y de la mano con la ley mencionada anteriormente, existen programas que tienen como finalidad trabajar en casos de dificultades de empleabilidad. Entonces, cuando las empresas deciden sumar a personas que forman parte de este programa reciben una ayuda por parte del Ministerio de Trabajo que cubre una fracción del salario. Esto ayuda mucho a la inclusión y a la promoción de oportunidades.
Millennials + pandemia: una combinación que nos abrió nuevos enfoques
En la actualidad podemos ver que hay un cambio de mirada en general gracias al enfoque de las nuevas generaciones. Casi el 55% de los millennials (que engloba a las personas nacidas entre 1980 y 2003) no aceptarían trabajar en empresas donde no haya ideas claras de diversidad e inclusión, por lo que las compañías tuvieron que cambiar el chip para no perder talentos.
“Lo que sucede es que hoy hay mucho acceso a información y hay una madurez al momento de entender la diversidad y discapacidad. Esto se ve en otros ámbitos también, hoy vemos una publicidad de cosméticos con distintos tipos de modelos y estereotipos de belleza. Vamos cambiando, falta muchísimo pero soy optimista”, explica Gabriel Marcolongo, fundador y CEO de Inclúyeme, una plataforma de empleabilidad para personas con discapacidad.
Finalmente, ponemos el foco en que la pandemia demostró que algunos trabajos pueden realizarse de forma remota con la misma calidad que presencialmente. A aquellas personas que tienen habilidades que no dependen de la presencialidad, la pandemia y el boom del trabajo remoto les abrió puertas y aceleró cambios.
También somos conscientes de que hoy podemos acceder a formaciones digitales como una herramienta más.
Números que desafían a mejorar
Las leyes incrementan las oportunidades, aunque aún así los números y estadísticas no son del todo positivos y aumentan el desafío de seguir mejorando. Actualmente 3 de cada 4 personas se encuentran fuera del mercado laboral y, yendo a un nivel más regional, la tasa de desempleo de personas con discapacidad en América Latina alcanza un 70%.
Las estadísticas hablan por sí solas y evidencian aún más la problemática, pero de todos modos incitan y hacen mayor el reto de acrecentar los derechos y la accesibilidad laboral que sin dudas se necesita para una vida plena.