Nutrición y el supermercado

Para mantener nuestro peso corporal y lograr  una alimentación variada, óptima y saludable el desafío comienza con la compra en el supermercado.

Los supermercados ofrecen opciones fantásticas y tan disímiles que cuesta mantener el foco sobre lo que realmente necesitamos para nosotros y nuestra familia. Generalmente, nos paseamos entre productos dispuestos en coloridos envases, variedad de tamaños y presentaciones atractivas. Y cuando llegamos a la góndola de los alimentos, aparecen distintas sensaciones como ansiedad, hambre, tentación, vacío, confusión y, con fuerza incontrolable, las fantasías que nos seducen cuando vemos la comida. ¡Fantasías tentadoras, en algunos casos inmanejables!, especialmente si quien está haciendo la compra tiene hambre, exceso de peso o algún desorden alimentario. 

¿Cómo hacer una buena compra?

Para hacer una buena compra nos ayudará mucho tener presente qué productos son saludables y necesarios para estar sanos y nutridos, mejorar la calidad de vida y favorecer que el cuerpo y la mente rindan adecuadamente. Y también , tener presente aquellos productos que uno desea sin saber por qué, como chocolates, dulces, saladitos, tortas, helados y bebidas gaseosas, que representan un verdadero desafío a la hora de hacer las compras. 

Por eso, es muy importante decidir qué es lo que necesitamos y que no, antes de ir al supermercado. Un buen soporte para la decisión adecuada es leer la información nutricional de los alimentos para tener conciencia acerca de lo que estamos ingiriendo. Ayudándonos a identificar los ingredientes, especialmente los nutrientes (grasas, azúcares, proteínas, calcio, hierro, sodio, fibra, etc.) y la cantidad de los mismos que contiene un producto. 

La información nutricional se halla en todos los envases, por eso, es importante tomarse algunos minutos en la semana para mirarlas, ya que eso nos dará un recurso valioso a la hora de hacer la lista de las compras familiares. 

Conocer lo que comemos, es estimulante para hacer una elección coherente, abrazando un estilo de alimentación inteligentemente saludable. 

Nos permitirá comprender más acerca de la oferta nutricional, así sabremos que un producto fortificado está enriquecido con calcio, hierro o vitaminas; que hay alimentos con agregado de ácidos grasos como los omega, productos que ayudan a controlar el desarrollo de factores de riesgo, que favorecen el buen funcionamiento intestinal o a limpiarnos por dentro, y también están aquellos que nos confunden y aportan muy poco de lo que la publicidad nos dice.

Consejos infalibles a la hora de hacer las compras

Seguí los siguientes consejos y vas a hacer una muy buena elección de comidas saludables, en el supermercado.

1. Para comenzar, hacé previamente la lista de compras colocando lo más saludable primero, y en el supermercado guiate por ella. Vas a reducir la tentación y comprarás lo que necesitás.

2. No hagas la compra hambrienta/o, enojada/o,o como si fuera un trámite insoportable.

3. Si tenés hambre, tomate una infusión (té, café o mate) o un vaso con agua y comé una fruta antes de entrar al supermercado. Estas acciones ayudan a no comer (ni comprar) pequeños snacks poco saludables e hipocalóricos, durante la recorrida.

4. Tratá de elegir lácteos de bajo porcentaje graso, para todos aquellos integrantes de la familia que tenga más de tres años de edad y que no los tengan contraindicados médicamente.

5. Se cauta/o con los productos dietéticos, en algunas ocasiones solo poseen algunas calorías menos, engordando un poquito menos que los productos comunes. 

6. Recordá que leer el informe nutricional, es de mucha ayuda. Es fundamental mirar el porcentaje graso que contiene el alimento, trate de elegir los que tienen un 4% o menos, y tenga cuidado con los que posean valores superiores. 

7. Llená el changuito o canasto con productos vegetales. Comprá frutas y verduras primero, son coloridas, saludables y aportan muchos de los nutrientes necesarios para el cuerpo. Y una fruta, a veces, pone límite a ese deseo de comer algo dulce desatado durante la recorrida en el súper. 

8. Prestá atención a las cantidades,las medidas o porciones contenidas en los envases. A veces es cómodo comprar muchas unidades del mismo producto o los envases más grandes, pero también es más difícil medirse o tomar conciencia de cuál es la porción indicada. Las porciones pequeñas ayudan a evitar la sobrealimentación. 

9. Proponete no comprar comidas no saludables… ¡y cuidado con los finales de las góndolas, a veces son los más tentadores! Un buen recurso suele ser pedir ayuda y no hacer las compras solitariamente. 

10. Cuando terminás tu recorrido es momento de ir a la caja. ¡Cuidado! Los productos ofrecidos aquí son en general golosinas o de alto contenido calórico.

Un buen esquema para confeccionar su lista:

VEGETALES. Frutas, verduras, granos, legumbres y semillas.

LÁCTEOS: leche, quesos, yogures, postres con leche.

CARNES: vaca, pollo, pavita, cerdo, pescado, cordero y otros. 

HUEVOS. 

HARINAS y sus derivados: panes, pasta, pizza, empanadas. 

ACEITES, PRODUCTOS GRASOS: siempre es conveniente dejarlos últimos y llevar lo realmente necesario.

DULCES: es preferible NO comprar las golosinas o los dulces para tenerlos por las dudas, muchas veces esto funciona como una trampa.

Esta nota fue realizada con el asesoramiento de la Dra. Nélida Ferradas, Médica Pediatra, Hebiatra, Nutrición y sus trastornos, Alimentación en familia. Esta información no reemplaza la consulta médica. 

FUENTE: Revista Seguir Andando

 

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